Ari mira su foto hace veinte años en Beirut. Delgado, de uniforme, con un Galil terciado, sin barba, sin canas, joven. La ciudad al fondo, destrozada por los bombardeos. No me reconozco, admite. Hay algo mal ahí. No me recuerdo.
En esta ocasión, Cinema Sur abre un ciclo dedicado al Medio Oriente. En las pasadas proyecciones miramos Latinoamérica; ahora, llevaremos la mirada latinoamericana a otras partes del mundo.
La primera proyección será dedicada a un film multipremiado que, desde la mirada israelí, mira en retrospectiva la masacre sionista de palestinos en Sabra y Chatila, aldeas libanesas habitadas por refugiados palestinos. La masacre, como muchas más, quedó impune, pero, de ningún modo, olvidada.
Se cuenta un revelador chiste entre los presidentes latinoamericanos:
"- ¿Sabes por qué no hay golpes de Estado en Estados Unidos? - ¡No! - Porque en EE.UU. no hay embajada de EE.UU."
Además, sabemos que los golpes en Estados Unidos se dan a través del asesinato, puro y simple de sus presidentes (como en el caso de John Kennedy) o con la ayuda de la Suprema Corte para impedir el recuento de los votos (como en el caso de Bush).
A pesar de estos y muchos otros precedentes, vemos ahora a los líderes del Partido Demócrata indignarse con la negativa a recontar los votos en Irán, acusado de ser una tremenda dictadura.
¿Pero cual es la lección de Honduras? Por primera vez en la historia, los Estados Unidos apoyan la condena de un golpe de Estado en América Latina permitiendo que se realice una condena unánime de un acto de fuerza militar en todas organizaciones internacionales.
¿Esto quiere decir que de esta vez la embajada americana no participó del acto de fuerza? Desgraciadamente no. De manera indiscreta, un diputado de la derecha hondureña reveló públicamente la conspiración que mantenían los golpistas con la embajada de EE.UU.
Él lo hizo en la memorable sección de primitivo disfraz democrático en la cual se realizó la “elección” del “sucesor” del presidente Zelaya, que había renunciado según la carta falsa leída por este bisoño “sucesor”, que se olvidó de forjar una carta de renuncia del vice-presidente, a quien cabría suceder al presidente secuestrado. Esta sesión fue transmitida por la Radio Globo de Honduras, última en ser silenciada por los “demócratas” del “gobierno provisorio”.
Según este diputado, el embajador de Estados Unidos, que aprobaba la movilización golpista, había estado en contra de realizar el golpe antes de la consulta popular no vinculante, llamada “referéndum” por la Corte Suprema hondureña y por la gran prensa internacional que busca desesperadamente justificar el golpe.
Sería muy difícil creer que el gobierno de Estados Unidos estuviera ausente de la conspiración en un país que sirvió de base a sus organizaciones militares mercenarias que desestabilizaron al gobierno legítimo de los sandinistas. En este mundo de contra información en el cual vivemos, escuché al locutor de la TV Globo News en Brasil decir que las organizaciones militares de los “contras” hondureños luchaban contra los “guerrilleros” nicaragüenses.
Sabemos todos los altos costos de estas operaciones de guerra de baja intensidad, las cuales pueden servir de modelo de corrupción para las organizaciones de defensa de los derechos humanos y transparencia. El Congreso de Estados Unidos se ocupó de revelarnos los detalles tenebrosos de la operación triangular en contra del gobierno sandinista, comandada por el entonces vice-presidente de Estados Unidos, George Bush: El gobierno de Estados Unidos expandió las operaciones del narcotráfico a partir de Colombia a través de los “contras” asentados de Honduras, Costa Rica y El Salvador. Sus ganancias servían para financiar sus operaciones y, al mismo tiempo, para comprar armas para el eterno “enemigo” público de EE.UU.: el gobierno del Irán.
A pesar de sus diferencias, los líderes religiosos iraníes habían acordado con el entonces candidato George Bush prolongar el secuestro de los norteamericanos prisioneros en su embajada en Teherán para desmoralizar a Carter y permitir la victoria electoral de Reagan a cambio de esta ayuda militar secreta.
Inmediatamente surgen las acusaciones de que este tipo de información hace parte de teorías “conspirativas”. Sin embargo, nos estamos refiriendo a los hechos revelados por las investigaciones del Congreso de Estados Unidos, el que, todo indica, sí cree en las conspiraciones, exitosas o fracasadas.
Estas conclusiones se refuerzan con los planteamientos de Ramsey Clark y el Obispo Filipe Teixeira de la Diócesis de San Francisco de Asís, en su mensaje urgente al Presidente de Estados Unidos:
“Tomando en consideración:
“1. La cercana colaboración de los militares de Estados Unidos con el ejército hondureño manifestado por el entrenamiento y los ejercicios comunes;
“2. El papel de la base militar Soto Cano, ahora bajo el comando del coronel Richard A. Juergens, quien era Director de Operaciones Especiales durante el secuestro en febrero del 2004 del Presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide;
“3. Que el jefe del Estado Mayor del ejército hondureño, general Romeo Vásquez, fue entrenado en la Escuela de las Américas de los EE.UU.;
“4. Que el Secretario Adjunto de Estado Thomas A. Shannon Jr. y el Embajador de los EE.UU. en Honduras, Hugo Llorens estaban plenamente enterados de los conflictos que conducían al golpe militar,
“Concluimos que el gobierno de Estados Unidos tiene responsabilidad del golpe y está obligado a exigir que el ejército hondureño regrese al orden constitucional y evite acciones criminales contra el pueblo hondureño.
“Por lo tanto insistimos, por de la paz en la región, que el presidente Barack Obama corte inmediatamente toda la ayuda y las relaciones con el ejército de Honduras y suspenda todas las relaciones con el gobierno de Honduras hasta que el Presidente constitucional regrese a su puesto”.
En resumen, el currículo estadounidense en Honduras muestra la dificultad de confiar en sus designios democráticos en la región. Quizás la vuelta de los sandinistas y de los revolucionarios salvadoreños al gobierno después de años de brutal represión en sus países haya enseñado algo a la diplomacia estadounidense, aún vacilante en condenar definitivamente el golpe de Estado hondureño.
La prensa internacional expresa estas vacilaciones al llamar a Zelaya Presidente “depuesto” y al golpista Roberto Micheletti Presidente “interino”; al llamar a la consulta no vinculante, propuesta por Zelaya para crear una Constituyente, “referéndum” para perpetuarse en el poder. Cosas que no se ha podido escuchar sobre el presidente asesino de Colombia que busca el tercer período presidencial, ni se escuchaba sobre las pretensiones reeleccionistas de Fujimori, Menen o Fernando Henrique Cardoso.
Es también revelador entre sus motivaciones la ausencia de referencia en la prensa a la falsa carta de renuncia del presidente Zelaya leída en el parlamento para justificar la elección de su sucesor. Es cómico que se afirme que este señor fue elegido por unanimidad cuando no comparecieron a esa sesión los diputados gobiernistas amenazados con prisión. Por fin, entre otras insidiosas tergiversaciones, se pretende que hay una confrontación más o menos igual entre los defensores armados del golpe y los desarmados manifestantes en contra del mismo.
Todo esto y las declaraciones de la secretaria Hilary Clinton sobre el necesario respecto de las instituciones hondureñas que tienen acuerdos con EE.UU. nos muestran que hay divergencias dentro del gobierno de EE.UU. Con el fantástico apoyo internacional con el cual cuenta el presidente Zelaya, se está buscando obligarlo a una negociación espuria con los golpistas. Hasta hoy la justicia venezolana no acepta definir como un golpe de Estado lo que realizaron sus gorilas locales en 2002. Imagínese lo que van a proponer en Honduras...
Zelaya y el pueblo hondureño tienen muchas dificultades por delante pero no deben acobardarse frente a ellas. No tiene porque bajar la cabeza frente a los mercenarios y sus jefes, ni frente a los golpistas que son despreciados por toda la humanidad, a pesar de los apoyos abiertos o incluso disfrazados de los grandes medios de comunicación.
- Theotonio Dos Santos es Presidente de la Cátedra y Red sobre Economía Mundial y Desarrollo Sostenible de la UNESCO y la UNU. Profesor emérito de la Universidad Federal Fluminense (UFF) de Río de Janeiro. http://theotoniodossantos.blogspot.com
Hace algunos años José Saramago en su Ensayo sobre la Lucidez narró la historia de una ciudad cuyos habitantes decidieron en unas elecciones acudir a votar copiosamente, el único detalle es que fueron en su gran mayoría votos en blanco. El resultado de la elección, en un primer momento, desconcertó al sistema político que no entendió el mensaje. Después de divagaciones y alucinaciones del poder los políticos adoptan la idea de que se trata de una afrenta golpista ciudadana y se toma la decisión de que la autoridad abandone la ciudad, con ánimo de dar una lección, cual padre a su hijo descarriado. Algún funcionario del gobierno receptivo descubre que el voto en blanco es un mensaje de desilusión ciudadana, de pérdida de paciencia, de extravío de la inocencia democrática; por supuesto que ese funcionario es acusado de simpatizar y haber votado como los enemigos del voto en blanco o blanqueros.
Desde las elecciones que llevaron al poder a López Portillo, cuando fue candidato único, en México la abstención del voto ha sido parte importante en el vocabulario político nacional en los últimos tiempos. Sin embargo, ante el abstencionismo, cual lecciones del padre al hijo, se presentan lecciones como el acarreo, el clientelismo, el malversado sindicalismo que han ayudado a disminuir los efectos del abstencionismo, por lo menos a nivel aparente. En 1988 y quizá también en 2006, la caída del sistema y la negación del voto por voto son amargas lecciones que se han presentado al desafortunado votante mexicano.
Los mensajes a través de las urnas son en su mayoría confusos, extraños de entender o mejor aún ajenos al entendimiento de los políticos, que por ejemplo creyeron que en las elecciones del 2000 la alternancia solamente se debió a una buena campaña política de Fox.
La alternativa que anuncian los videos anulistas representa la conformación de significado de un mensaje de urnas, una nueva forma de hacer política en México, una herramienta más de los electores para expresarse. El movimiento trata, al invitar de manera vehemente a votar y anular de demostrar numéricamente que una cierta cantidad de ciudadanos pasivos pero activos están detrás de este nuevo significado político, aún en conformación.
Sin embargo se advierten riesgos. El apuro se hace latente cuando la idea de llamar a dar un mensaje se queda en eso, sólo en el envío del mensaje, sólo con votos anulados. Así mensajes que atrapan por momentos la atención pública, tanto ciudadana como gubernamental, como las marchas por la inseguridad provocan una gran movilización. Pero ¿qué pasó después? Esos organizadores chic se apropian de los canales de comunicación reclamados a nombre de una gran cantidad de ciudadanos y funcionan sólo para ellos.
A mi parecer se emulan formaciones de entornos políticos en miniatura. Se socializa la construcción y se privatiza el beneficio. Igual que de una gran marcha de la que sólo recogen los beneficios quien desde un principio traían el altavoz, los organizadores.
El punto central no es el mensaje de urnas, lo importante es primero llenar de significado ese primer acto y después eso, entenderlo como un primer acto. Lo que continúe de ese momento en adelante es lo substancial.
Siempre es positivo contar con nuevas alternativas políticas, pero es más positivo contar con alternativas que representen eso, alternativas. No una campaña como “tu rock es votar, si no votas cállate”, del 2006, que lejos de alentar a la participación ciudadana, dio el anuncio del aislado y único acto de votar. Tache a todos, voto en blanco, voto por Gaspar Enaine Capulina, es correcto, pero después qué. No es un reclamo a la ausencia de una plataforma política con puntos precisos, candidaturas independientes, reelección de legisladores (aunque en lo personal no simpatice con este punto) y mejor aún, referéndum, iniciativas de ley ciudadanas, revocación del mandato. Es más bien una expectativa de apertura y clausura de espacios ciudadanos, de extracción y apropiación de energía pública, de una más de las decepciones del votante errante mexicano.
En otras palabras, cuestionar de una vez y estar prevenidos para que no se anule la anulación, ya sea por la incomprensión intencionada de los políticos o por la privatización de los beneficios, al reclamándose derechos de autor sobre la anulación. Es la advertencia de Saramago de paranoia gubernamental y sus ajustes paternalistas equívocos, sumado a la recién inaugurada auto-traición social en convocatorias mediáticas ciudadanas.
El golpe de estado en Honduras es una re-edición del que se perpetrara en Abril del 2002 en Venezuela y del que fuera abortado ante la fulminante reacción de varios gobiernos de la región en Bolivia el año pasado. Un presidente violentamente secuestrado en horas de la madrugada por militares encapuchados, siguiendo al pie de la letra lo indicado por el Manual de Operaciones de la CIA y la Escuela de las Américas para los escuadrones de la muerte; una carta de renuncia apócrifa que se dio a conocer con el propósito de engañar y desmovilizar a la población y que fue de inmediato retransmitida a todo el mundo por la CNN sin antes confirmar la veracidad de la noticia; la reacción del pueblo que conciente de la maniobra sale a la calle a detener los tanques y los vehículos del Ejército a mano limpia y a exigir el retorno de Zelaya a la presidencia; el corte de la energía eléctrica para impedir el funcionamiento de la radio y la televisión y sembrar la confusión y el desánimo. Como en Venezuela, ni bien encarcelaron a Hugo Chávez los golpistas instalaron un nuevo presidente: Pedro Francisco Carmona, a quien la inventiva popular lo rebautizó como “el efímero.” Quien desempeña su rol en Honduras es el presidente del Congreso unicameral de ese país, Roberto Micheletti, quien juró este domingo como mandatario provisional y sólo un milagro le impediría correr la misma suerte que su predecesor venezolano.
El actor que nadie esperaba en esta elección. ¿Quién y qué es el movimiento por la anulación del voto? Algunos videos del movimiento anulista.
DESCRIPCIÓN: El proyecto Cinema-Sur de estudiantes de la FLACSO México, los invita a hacer un análisis sobre el movimiento por la anulación del voto surgido este año en México. Proyectaremos los videos más destacados que circularon por internet. Elaborados por individuos o grupos que, desde distintas ideologías y propuestas políticas, coinciden en un punto: anular el voto.
¿A qué responde este fenómeno? ¿Es una alternativa a la abstención? ¿Es una alternativa a votar por un partido?
Al final de la proyección se comentarán y analizarán los videos presentados.
FECHA: Miércoles 1 de julio de 2009. LUGAR: Auditorio Servicios Escolares, FLACSO HORA: 18:00
¿Que significa ser latinoamerican@ en el mundo contemporáneo? La pregunta por la identidad sigue siendo importante en nuestra América. Muchas generaciones han dado respuestas contundentes, pero como en todo proceso identitario, no hay una respuesta única y nunca la habrá afortunadamente.